Desde Toronto

“No he podido dormir toda la noche, algo me picó”, le dijo Pavel Chihuán al médico de la delegación peruana. Hasta ese momento el atleta no sentía dolor, caminaba con normalidad y alistó sus cosas para la prueba de marcha atlética de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.

Comenzó la carrera y el deportista peruano estaba dentro del grupo que iba adelante. Incluso, recorridos 16 kilómetros, se ubicó en la segunda posición, pero poco a poco iba bajando la intensidad de la pisada y la velocidad del movimiento de sus piernas.

El caminar antinatural al que obliga esta prueba había provocado que su rodilla se hinchara, fue en ese momento en que Pavel empezó a sentir los efectos de la picadura, pero quería continuar. Finalmente, ante la insistencia de Marita Letts (dirigente de la Federación Peruana de Atletismo), optó por salir de la prueba luego de haber recorrido 28 kilómetros.

Víctor Carpio, médico de la delegación patria, confirmó que la rodilla de Pavel estaba hinchada y que sentía mucho dolor. Confirmó que la picadura del insecto había originado tal malestar, el cual fue más evidente por el esfuerzo que requiere la prueba. En circunstancias normales y con un caminar natural, la hinchazón no hubiera significado mayor problema.

Hasta antes de su retiro el ritmo de Chihuán era bueno, de mantenerlo seguramente hubiera establecido su mejor marca personal en los 50 kilómetros de esta dura prueba.

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